sábado, 17 de mayo de 2014

La guerra de las trincheras

Se desarrollo principalmente en el campo terrestre de Francia, Alemania, Rusia y Austro-hungria. Fueron construidas trincheras y medios defensivos que evitaban el ataque directo, hombre a hombre. Las trincheras eran resguardos hechos con barricadas, sacos de arena cercados por alambres de púa, que impedía el ataque enemigo y las ametralladoras. 
Los soldados vivían en ellas durante semanas y meses esperando la llegada inminente del enfrentamiento; con pocos alimentos y viviendo entre las ratas. Cuando lograban avanzar, se hacia cruel la batalla: se tenia que marchar sobre cientos de cadáveres abandonados, evitando los cráteres que hacían las granadas, la amenaza de balas enemigas y el gas mostaza. 


La vida cotidiana en las trincheras «Esos tres días pasados encogidos en la tierra, sin beber ni comer: los quejidos de los heridos, luego el ataque entre los boches (alemanes) y nosotros. Después, al fin, paran las quejas; y los obuses, que nos destrozan los nervios y nos apestan, no nos dan tregua alguna, y las terribles horas que se pasan con la máscara y las gafas en el rostro, ¡los ojos lloran y se escupe sangre!, Después los oficiales que se van para siempre; noticias fúnebres que se transmiten de boca en boca en el agujero; y las órdenes dadas en voz alta a 50 metros de nosotros; todos de pie; luego el trabajo con el pico bajo las terribles balas y el horrible ta-ta-ta de las Ametralladoras.»
Carta de un soldado francés. Verdún, marzo 1916. 
En: Prats, J., Historia del Mundo Contemporáneo, Editorial Anaya, Madrid 1996, p. 60.






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